Título: El tren blanco
Año: 2003
Director: Nahuel García, Sheila Pérez Jiménez y Ramiro García
Género: Documental
Duración: 80′
País: Argentina
Formato original: 16:9
Formato de exhibición: DVD
Tipo: color
Idioma original: Castellano
Subtítulos: Ingles
Producción: Luis Angel Bellaba y Carlos Rizzuti
Guión: Nahuel Garcia, Sheila Perez Gimenez y Ramiro Garcia
Edición/Montaje: Nahuel Garcia, Sheila Perez Gimenez, Ramiro Garcia
Dirección de fotografía: Gabriel Villazon
Sonido: Gerardo Kalmar y Dante Amoroso
Sinopsis
El tren blanco: un refugio sobre rieles
El tren blanco, de Nahuel García, Sheila Pérez Jiménez y Ramiro García, es una travesía silenciosa por las orillas de Buenos Aires. En primer lugar, recorre la ciudad cuando las luces ya se han apagado. A pesar de su apariencia modesta, este tren transporta más que residuos: transporta dignidad, rutinas y resistencia. De hecho, cada noche suben a él hombres, mujeres y niños en busca de sustento. Por eso, el tren se convierte en refugio móvil para quienes el sistema ha relegado. Y es ahí donde la película encuentra su fuerza.
Historias que resisten en movimiento
A bordo viajan carpinteros, obreros, peluqueras, recicladores. Como resultado, sus historias se entrelazan entre los vagones, entre las bolsas y los silencios. Al mismo tiempo, los adolescentes descubren afectos y pertenencia en medio del trayecto. Así, los más pequeños juegan y ríen donde otros solo ven desecho. También se construye una red afectiva, modesta pero firme. En consecuencia, el tren blanco funciona como comunidad en movimiento.
El tren blanco como espejo social
A la misma vez, la cámara capta los gestos mínimos con sensibilidad. Además, evita el dramatismo y opta por la observación cercana. Por añadidura, lo que emerge es una crítica serena, pero contundente. Así pues, la película no juzga ni idealiza. En definitiva, visibiliza sin estigmatizar.
Más allá de la basura, la vida
Evidentemente, el tren circula por la noche, pero está lleno de vida. Por otra parte, su recorrido revela lo que la ciudad no quiere mirar. A su vez, se convierte en metáfora de un país desigual. También plantea una pregunta urgente: ¿quién queda afuera del progreso?
Una mirada que acompaña
En definitiva, El tren blanco es un testimonio vital y colectivo. Por último, nos invita a ver a quienes el sistema decide ignorar. Y entonces, comprendemos que la dignidad también viaja en silencio.

El filme El tren blanco participó en la edición 2006 del Festival de cine el ojO cojo en ese sentido nos sentimos honrados de haberla exhibido.
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IMDB 7.1/10