Título: La habitación de los abrigos
Año: 2004-05
Director: Nerea Madariaga
Género: Ficción, comedia
Duración: 12′
País: España
Formato original: 35mm
Intérpretes: Jesus Caba, Cecilia Freire, Txema Tena, Kiku, Cristina Ureta, Minerva Cavazos, Manuela Burlò, Javier Dias-Conde y Aurora Velasco.
Producción: ECAM-Escuela de Cinematografía y el Audiovisual de la Comunidad de Madrid
Guión: Valentina Viso Rojas y Nerea Madariaga
Edición/Montaje: Laura Fernandez
Dirección de fotografía: Ismael Issa
Sonido: Miriam Pedregal
Música: Arturo Vaquero y Xabier Font
Sinopsis:
Escenario oculto
La habitación de los abrigos parece un espacio secundario en toda fiesta, pero en realidad es su núcleo oculto, el rincón donde todo lo importante sucede. Al principio, es solo el lugar donde los invitados dejan sus pertenencias, pero pronto se convierte en un escenario paralelo al salón principal.
A pesar de todo, allí no hay música alta ni luces deslumbrantes, lo que permite que las palabras fluyan sin filtros. Por consiguiente, las emociones emergen sin disfraces, con toda su crudeza y verdad. Así mismo, es el único sitio donde uno puede escapar del ruido para pensar, llorar o amar sin testigos.
La habitación de los abrigos como punto de inflexión
Cuando la noche avanza, muchos regresan a ese cuarto no solo a por su abrigo, sino para cerrar un ciclo que comenzó con la entrada. De este modo, se transforma en un espacio cargado de tensión, encuentros furtivos y secretos compartidos. En consecuencia, lo que parecía una simple sala de paso cobra un protagonismo inesperado.
Espejo emocional
Además, en esa habitación se cruzan historias que no aparecen en las fotos de la fiesta. Por otro lado, sus paredes guardan confidencias que nadie se atreve a revelar en voz alta. A saber, lo que allí ocurre define muchas veces el verdadero tono de la noche.
Ciertamente, no todos notan su importancia, pero quienes han vivido algo allí no lo olvidan jamás. En particular, aquellos que entraron siendo unos y salieron siendo otros.
La habitación de los abrigos como símbolo final
Después de todo, es el único lugar donde los personajes dejan de fingir. En conclusión, La habitación de los abrigos es un refugio emocional, un crisol donde lo invisible se vuelve visible. Finalmente, no hay fiesta completa sin ese cuarto que, sin quererlo, lo contiene todo.

El filme La habitación de los abrigos participó en la edición 2006 del Festival de cine el ojO cojo en ese sentido nos sentimos honrados de haberla exhibido.
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