Todos estamos hechos de la misma esencia
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Para disparar a un elefante

Dos niños juegan en la calle frente a una pared metálica. Uno de ellos sonríe a la cámara mientras el otro se cubre el rostro.

Titulo: Para disparar a un elefante

Titulo original: To shoot An Elephant

Año: 2009

Director: Alberto Arce y Mohammad Rujailah

Género: documental

Duración: 72′

País: España

Idioma Original: inglés, árabe

Subtitulos: castellano

Sinopsis:

El inicio del asedio

El 27 de diciembre de 2008, Israel inició la operación Cast Lead sobre la Franja de Gaza. En primer lugar, el asedio transformó la vida civil en un campo de resistencia y supervivencia. A pesar de la magnitud del ataque, la atención mediática internacional fue breve y distante. De hecho, pocos decidieron quedarse para contar lo que ocurría. Por eso, Para disparar a un elefante, de Alberto Arce y Mohammad Rujailah, se convierte en un documento esencial. Y es a partir de esa decisión de permanecer que la película cobra su potencia.

Para disparar a un elefante: permanecer donde otros huyen

Mientras muchos medios abandonaban la zona, los autores eligieron quedarse. Como resultado, se empotraron en ambulancias junto al personal médico palestino. Al mismo tiempo, captaron la violencia desde adentro, sin filtros ni intermediarios. Así, el conflicto se revela en su dimensión más humana y brutal. También se observa la precariedad absoluta en la que operan los servicios de emergencia. En consecuencia, cada imagen impacta como testimonio irrebatible.

El valor del testimonio directo

A la misma vez, el documental renuncia a la narración convencional. Además, no hay voz en off, ni música que suavice lo que se muestra. Por añadidura, el espectador se enfrenta a la crudeza sin mediación. Así pues, la cámara se convierte en un testigo obstinado. En definitiva, lo que se registra no es solo guerra: es abandono.

Para disparar a un elefante: mirar sin apartar la vista

Evidentemente, esta no es una obra cómoda. Por otra parte, su fuerza reside en lo que se atreve a mostrar. A su vez, denuncia la pasividad de una comunidad internacional que mira hacia otro lado. También reclama justicia donde solo hay escombros.

Una obra que grita en silencio

En definitiva, Para disparar a un elefante es un acto de resistencia ética. Por último, su testimonio atraviesa el tiempo. Y entonces, comprendemos que filmar, aquí, fue también un modo de no rendirse.

Cartel del documental To Shoot an Elephant. Sale el titulo en blanco sobre un fondo negro. Debajo hay frases en amarillo

PALMARÉS

2010:

  • Festival Cine Real – Premio RED – Vectracom
  • Festival Cine Documentado Thessaloniki – Premio FIPRESCI

El filme Para disparar a un elefante participó en la edición 2010 del Festival de cine el ojO cojo en ese sentido nos sentimos honrados de haberla exhibido.

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IMDB: 7.8/10

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